Este castillo sería conquistado por Pedro I durante la expedición del año 1101 y también habría servido para el asedio cristiano a la ciudad de Zaragoza, realizado por Alfonso I el Batallador en el año 1118. Así en el siglo XII ya es propiedad cristiana, llegando una de las reformas del castillo, se añadió una pequeña iglesia dedicada a Santa Elena, de la cual sólo nos quedan dos capillas con bóvedas de arco apuntado y parte del muro del ábside, podemos distinguir por el cambio de material que las capillas son de épocas diferentes, siendo la realizada con sillares de piedra de yeso la más antigua.