Su construcción se remonta a finales del siglo XVI, sufrió grandes reformas desde su construcción, se añadió una capilla en el siglo XVII en el lateral derecho de la iglesia, en 1997 se restauró parcialmente el campanario de la torre de esta iglesia y en 2001 se reconoció la torre como Patrimonio Mundial. Al año siguiente, la iglesia fue declarada Patrimonio Cultural Aragonés, y su torre Bien de Interés Cultural (BIC). En el año 2004, se realizaron labores en la cubierta de la iglesia, y al año siguiente se llevó a cabo la restauración completa de la fábrica de ladrillo, los ataifores y otros elementos de la torre, se realizaron demoliciones de edificios contiguos y reformas de la cubierta. Finalmente, en el año 2009, se restauró la fachada principal.